viernes, 19 de noviembre de 2010

“EL AMOR INCORRECTO”


El amor ha veces es tan ciego que hace que nos enamoremos del amor incorrecto, del amor que soñamos anheladamente y que al final de cuentas se derrumba frente a nuestros ojos.
El amor es tan ciego ha veces que hace que podamos flotar en las nubes, tocar el cielo con las manos y luego de un éxtasis final venga el desmoronamiento como un castillo de naipes.
El amor es ciego y va acompañado de la locura, ya que por ella cometemos muchas desavenencias que ponen a tela de juicio nuestros sentimientos verdaderos.
El amor siempre sera ciego, porque nuestro corazon esta siempre inundado de una obscuridad infinita, porque nuestro corazon solo ve las cosas hermosas y bellas.

Quizás muchas veces nos pasó de enamorarnos del amor incorrecto, del amor equivocado, del amor idealizado, que gracias a la locura caimos en el mar de ilusiones.
Quizás muchas veces, sigamos aún enamorados del amor que entregamos todo, quizás sin recibir nada a cambio, quizás tan solo llanto y penurias, tristezas y amarguras.
Quizás muchas veces no podramos comprender porque la indiferencia mata al corazón, mata al olvido, a nuestro existir y continuemos enamorados de ese amor equivocado.
Quizás muchas veces esperamos el amor anhelado, el amor prometido, el amor ideal y añorado y tan solo recibamos falsedades, mentiras y engaños.

El amor incorrecto estará aca i alla siempre presente, porque mientras nosotros estemos ilusionados y enamorados de la persona incorrecta, otra muy lejana lo estará de nosotros sin saber que lo que nos hacen, lo devolvemos por partida doble.
El amor incorrecto lo hemos sido tu y yo, quizás en algunos casos como hiriente y otras como herido, pero que al final de cuenta terminamos siempre en el mar de la tristeza.
El amor incorrecto existirá siempre aquí y allá, porque si no habría necesidad de componer poemas, canciones, rimas y versos que develen nuestro llanto, nuestro dolor.
El amor incorrecto lo es ahora, lo es hoy y lo será mañana….tan solo queda respirar profundamente y esperar que esta vez no seamos nosotros los heridos.

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